Gracias a vosotros.

Os miro, os observo y sonrío...
Me quedo mirándoos, repaso mi vida, ¡nuestra vida!

Soy feliz con ella, soy feliz con vosotros,
soy feliz con lo que somos..., con lo que tenemos.

No cambio nada, no me cambio por nadie, no os cambio por nadie.

A vuestro lado soy muy feliz.

Para compartir con vosotr@s.

Igual que alguien ha querido compartir conmigo este escrito, hoy lo comparto con vosotros.

Caminaba con mi padre cuando él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó:

"Además del cantar de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más?"
Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí:

"Estoy escuchando el ruido de una carreta."

"Eso es" - dijo mi padre - "Es una carreta vacía."
Pregunté a mi padre:

"¿Cómo sabes que es una carreta vacía, sí aún no la vemos?"

Entonces mi padre respondió:

"Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por causa del ruido. Cuanto más vacía esté la carreta, mayor es el ruido que hace."

Me convertí en adulto y hasta hoy cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna o violenta, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y haciendo de menos a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo:

"Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace."


La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas.
Y recuerden que existen personas tan pobres que lo único que tienen es dinero.
Nadie está más vacío, que aquel que esta lleno del ‘Yo mismo’.
Seamos lluvia serena y mansa que llega profundamente a las raíces, en silencio, nutriendo.

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Ya estamos en septiembre.

A lo tonto a lo tonto, sin casi darnos cuenta (por lo menos así ha sido para nosotros), se nos acaba el verano, las vacaciones escolares y las estivales, que cortas se nos han hecho estas vacaciones ¡sniff, sniff!
En tan solo ocho diitas mas, los niños regresan al cole y yo a la "rutina".

Se acabó levantarnos tarde y sin prisas, estar tirados en la playa sin hacer ¡NA-DA!

Recuperaremos el despertador y volveremos a estar pendientes de los horarios.

Bueno, ¿que le vamos a hacer?, así es la vida, por desgracia lo bueno dura poquiiiito, por eso hay que sacarle el máximo partido y disfrutar cada momento lo mejor que se pueda.

¿Cómo nos consolaremos mientras tanto?..., con el pensamiento de que las vacaciones ¡regresaran el próximo verano!, ¡BIIEEEENNN!

¡Feliz regreeeesoooo!

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