Algunas veces es bueno sentirse valorado, la autoestima lo agradece.
No es necesario que lo colmen a uno de halagos ni agradecimientos, con simples acciones es suficiente.
No es plan de que le pongan a uno en un pedestal, sólo que no echen por tierra un trabajo, que aunque cotidiano y rutinario nadie valora porque lo consideran obligatorio. Pero si en cambio, a la primera oportunidad y por el mas mínimo cambio de costumbre, sucede todo lo contrario..., aprovechan para atacar y menospreciar.
En fin, tenemos derecho a que nuestro trabajo, tareas u obligaciones, por muy simples, rutinarias, monótonas o como quiera que se las clasifiquen sean, se valoren en su justa medida. Que cada cual tenga un tiempo especial si lo considera necesario para si mismo sin que nadie te dicte la prioridad que debes dar a cada momento.
2 comentarios:
Bravo por todas las personas que trabajan sin reconocimiento merecido.
Un saludo.
Bravo por todas ellas Sara.
Saludos también para ti.
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