¿No dicen que para todo hay una primera vez?, pues ¡ala!, he tenido mi primera vez, y como para no olvidarla.
Jamás de los jamases he colgado el teléfono a nadie dejándole con la palabra en la boca, anoche por primera vez lo hice.
Os cuento:
Escena:
yo liada en la cocina con el teléfono entre el cuello y la oreja.
Me llaman de una compañía telefónica para solicitarme una documentación ya presentada y aprobada.
les comento que ya está todo resuelto y me dice que ¡no!, mi respuesta es que entonces me llamen mañana porque en ese momento no le puedo atender, y va y me dice el tío que ¡no!, que si no es en ese momento que entonces dejo de ser cliente, ¡ja, lo único que me faltaba por oír!, pues oye ustedes son los que pierden un cliente le contesto, y el tío no se corta un pelo y me dice que da igual cliente mas o menos.
acababa de oirle y no podía dar crédito a lo que había escuchado, si hasta pensé que le había entendido mal, pero no, oí bien.
Me cojo un cabreo que ni pa’ que, ¡tendrá poca vergüenza!
después de eso le oí pedirme un minuto, solo 50 segundos y hasta ahí, porque después de mis repetidos ahora no puedo que fueron mas de uno, colgué.
No he vuelto a tener noticias, ahora que como vuelva a llamar me voy a quedar mas a gustooooo…