RSS

miércoles, 30 de abril de 2008

Reconocimiento.


Hola a todas las personas que estéis leyendo esto.

Soy madre de alumnos del CEIP Juan Negrín y miembro del APA.

Cuando me invitaron a formar parte de este APA no estaba nada animada, pensé, bueno vale me voy a apuntar y si no me gusta lo dejo.

La primera impresión es que ya son un grupo formado, que entre ellas ya se conocían y que me iban a dejar al margen, que sería como un cero a la izquierda.

Después te preguntas ¿Qué hago yo aquí, metida con esta gente que no se ni lo que hacen?, ¿no tendría que haberme quedado fuera y solo dedicarme a llevar y traer a mis hijos al colegio?

Ahora se que no, mi experiencia esta siendo buena y no me arrepiento.

Al principio me sentí un poco fuera de lugar. No sabía que hace el APA, ni que falta hacía yo aquí.

Ahora se un poco más del funcionamiento del colegio, me siento incluida en el grupo y que conste que no lo digo por cumplir, es algo que de verdad siento.

Lo más posible es que a todas las personas no les ocurra lo mismo, yo reconozco que me equivoqué.

Estoy a gusto en el APA, aquí hay personas de las que escuchando se aprende mucho, y que también valoran cosas simples que los demás hacemos.

Todo esto quizás suene a peloteo, pero puedo asegurar que no lo es, que es algo que siento de corazón y que tenía la necesidad de decirlo.

Al mismo tiempo con todo esto quiero decir que no os quedéis fuera, que probéis que no se quede nadie sin saber que pasa y que tampoco nos dejemos influenciar por las opiniones de los demás, que cada uno forme la suya y luego sacar conclusiones propias.

Quiero decirle a una persona en especial que se anime que no se deje vencer, que se llene de buena energía que no haga caso a lo que no es importante.

En el poco tiempo que te conozco creo que sí que eres imprescindible, continúa, yo personalmente estoy aprendiendo contigo.

domingo, 20 de abril de 2008

QUE LES ESTA PASANDO A NUESTROS NIÑOS.



¿Les estamos educando bien o mal?.
¿En que nos estamos equivocando?.
Les damos lo que necesitan y lo que no, también se lo damos.
¿Sera ahí donde nos empezamos a equivocar?.
Lo más probable.
Queremos darles tanta felicidad, comodidades y lujos que no nos damos cuenta que la felicidad no esta en lo material.
Que lo primordial y lo mas necesario es el amor, la estabilidad familiar, que les prestemos atención y muchas mas cosas que no les damos en algunos casos por falta de tiempo.
Nos justificamos diciendo que les damos todo para que sean felices y que no pasen desconsuelo, que tampoco les falte lo que nosotros no hemos tenido.
¿Es que nosotros habríamos sido mas felices con mas lujos?.
Seguro que en muchas familias lo que nos faltó fue mas amor y no lujos y juguetes.
Debemos darles valores para que aprendan a respetar y a apreciar lo que tienen y a quienes nos rodean.
Tenemos que hacerlo dando ejemplo.
Como vamos a garantizarles que van a tener un futuro seguro si no tenemos esa seguridad.
Hay que prepararles y prepararnos para ser buenas personas y que entre todos ese futuro sea posible.
No podemos dejar que todo el trabajo de educación y respeto lo realicen y lo aprendan nuestros hijos e hijas en el colegio.
Somos sus padres y madres.
Es nuestra obligación intentar llevarles por el camino correcto.
En mi caso, mis hijos son mi mejor y mayor tesoro.
Mi propósito es que sean buenas personas.
Mi deseo, saber educarles bien.

lunes, 14 de abril de 2008

LA ESPERANZA Y LA VIDA FAMILIAR



La esperanza, difícil y necesaria.

Toda la vida familiar se fundamenta en la esperanza. Casarse y tener hijos son dos de las decisiones humanas que comprometen más seriamente el futuro. La esperanza es como un cristal delicado que se pone a prueba cada día. Hay situaciones extremas para las que difícilmente estamos preparados: la pérdida del empleo; un traspiés serio en el proceso de un hijo por causa de las compañías, la droga, el abandono de la familia; la separación de la pareja; la enfermedad grave de algún miembro de la familia, o quizás la muerte. Estamos inclinados a pensar que estos casos son puntuales y muy esporádicos, pero sólo hay que pensar en las familias que conocemos y fácilmente encontraremos situaciones realmente graves, capaces de destruir toda esperanza. La vida diaria de las familias, con la evolución personal de cada uno de sus miembros y el proceso de las relaciones humanas, crean a menudo conflictos y amenazan con recortar al máximo la primera esperanza, ingenua y llena de ilusión.
Podríamos decir que, más o menos, esto ha sido siempre así. Hoy lo es de un modo más acentuado por la extrema movilidad de la vida. Y en el corazón de la movilidad actual, se pueden detectar dos acentos de nuestra manera de ser; por un lado el desencanto de todos los grandes proyectos que habían trastornado los últimos siglos: libertad, igualdad, democracia, justicia, plenitud de vida parta todo el mundo…, y por otro lado, un terror mortecino ante el futuro cada vez más incierto, incluso amenazador. La familia es una de las primeras víctimas de este clima. Los jóvenes se casan con serios interrogantes respecto a cuestiones tan centrales como el trabajo, la vivienda, su futuro y el de sus hijos. Los padres con hijos adolescentes están marcados por una especie de temor sobre el proceso y el futuro de los hijos, con peligros muy reales que no saben si serán capaces de superar.


Los padres sufren por sus hijos; los amigos que encontrarán, la persona con la que formarán una familia, la salud, su lugar en la vida.



Delegación Diocesana de Pastoral Familiar.

Quiero un futuro para mis hijos.


Este blog lo he creado para tener donde expresar el miedo que a vaces tengo o tenemos las personas a lo que nos pueda deparar el futuro.

También para poder dar salida a otros temas que puedan parecer de interes en algún momento y que nos pueda servir de ayuda, por lo menos para sacar nuestros pensamientos fuera y poder expresarlos.

Vuestros lugares.


contador blog