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martes, 24 de septiembre de 2013

martes, 10 de septiembre de 2013

Negamos el beneficio a la duda.

Vivimos en una sociedad en la que juzgamos a la ligera, no damos un margen ni espacio a la duda, nos creemos poseedores de la verdad.
Lo que pensemos sobre lo que o quien sea, no permite ninguna otra forma de pensar. No nos ponemos en el lugar ni en el pellejo de los demás, ese creo, es nuestro principal error.
 
Desgraciadamente entre mis muchas debilidades, hay una que es la que me hace ver o buscar la parte buena de todos y de casi todo. Me pueden presentar el daño o el dilema en cuestión, que hasta que no lo tengo delante me niego a ver el mal o lo malo de algo o de alguien.

Yo quiero creer en ti, por ser quien eres te debo mi lealtad... 

Estoy convencida de que todos los que estéis leyendo ahora mismo, os estaréis preguntando que demontre quiero decir, pero yo me entiendo y lo que necesito es sacarlo de mi cabeza para poder ayudarme a reconocer que si, que a veces lo malo si que era malo, y además estaba mal hecho.
Yo no puedo cambiar esa parte de mi que siempre da prioridad al buen pensamiento, a la confianza, a ser positiva...
Además es que NO quiero cambiarla.
Por eso me acepto, y seguiré pensando igual aunque me vuelva a equivocar.

Vuestros lugares.


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