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jueves, 19 de junio de 2014

Un escape.

Por fin se acaba el curso, y hasta el último día estoy hasta el gorro y mas allá, de madres que dicen tener las hijas mas buenas, y que además juzgan sin conocer; incluso osan insultar a menores por excusar a sus inocentes y desvalidas niñas.
Madres que sólo creen a esas cándidas niñas que nunca miente ni hacen mal alguno y que nunca son ellas las que comenten la falta, incluso habiendo demostrado y reconocido con palabras, (que oportunamente han olvidado), que no son tan buenas como quieren hacer creer.
A estas alturas, ¿qué madre no conoce a sus vástagos?...
Pero bueno, ¿qué se puede esperar cuando el palo da ejemplo a la astilla?
Ahora mismo soy presa de una enorme rabia y frustración al ver a alguien que no hay por donde cogerla criticando y juzgando a quien no conoce. En este momento siento tanto odio y coraje que me hace daño.
Sólo espero, y con calma, en que algún día vivan la situación y sepan lo que se siente.

Vuestros lugares.


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