Pasado, que no olvidado el mal momento y el mal humor, toca festejar, celebrar, felicitar, y lo mas triste…, despedir; iré por partes.
¡Festejar y celebrar!: Que acaba el curso y llegan las vacaciones de verano. No tendremos que madrugar, no estaremos tan pendientes de los horarios, seremos libres del reloj ¡BIÉN! Diitas de playa, sol y “¿relax?”, eso según se vea.
¡Felicitar y volver a celebrar!: A mis hijos que después de un poquitín de estudio como ya os conté hace algunos post, han tenido sus buenos frutos, sus notas han sido muy buenas; van a tener un dulce y merecido feliz verano, ¡eehh!, aunque no se salvarán de repasar algo durante las vacaciones, que pa´ toooo hay tiempo, el día tiene 24 horas y dan para mucho: calle, playa, cine, descanso, repaso, mas descanso, juegos, tele, ¡uuff!, cuantas cosas, pasará el tiempo volando y en nada estaremos preparando la mochila para el regreso a las clases, a 4º, ¡por Dios!, como se pasan los años.
Y por último, despedir: Lo mas triste de este fin de curso, despedir a una espléndida profesora y una estupenda y gran persona a la que ya no veremos el próximo curso en el cole.
Va una confidencia, cuando te “conocí” en mis primeros años en el cole no eras plato de mi devoción, pero mira las vueltas que da la vida, los hechos han demostrado todo lo contrario. Quiero que sepas que ha sido todo un honor y placer conocerte. Seño, desde aquí, desde el espacio que comencé con tus enseñanzas te deseo que pases unas estupendas e inolvidables vacaciones y que a tu nuevo proyecto llegues con las pilas a tope de energía.
¡HASTA SIEMPRE!